El Día Internacional del Jaguar, celebrado cada 29 de noviembre, nace como una oportunidad para reflexionar y actuar en favor de la conservación de este majestuoso felino, considerado un símbolo de poder, equilibrio y biodiversidad en América Latina. Su importancia radica en su papel como depredador tope, responsable de mantener la salud y el equilibrio de los ecosistemas, desde los bosques hasta los ríos.

Sin embargo, el jaguar enfrenta amenazas alarmantes que ponen en riesgo su supervivencia. En Bolivia, la pérdida de hábitat, el tráfico ilegal de partes de su cuerpo y la caza furtiva han llevado a clasificar a esta especie como Vulnerable (VU) en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia y como Casi Amenazada (NT) en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La campaña Jaguar te quiero vivo surge como una respuesta proteger a esta especie. Su propósito es sensibilizar, generar conciencia y movilizar esfuerzos colectivos para proteger a este icónico felino, promoviendo acciones que garanticen su conservación y la de los ecosistemas de los que todos dependemos. Este llamado busca inspirar un compromiso profundo hacia la coexistencia armónica con el jaguar y la naturaleza.