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Voces del Fuego: Historias desde las Cenizas
Cecilia Dorado, veterinaria del Centro de Atención y Derivación de Fauna Silvestre de la Gobernación de Santa Cruz, ha dedicado su vida al rescate y rehabilitación de animales afectados por la caza furtiva y el tráfico ilegal.
Sin embargo, en el último tiempo, la situación ha cambiado drásticamente debido a los incendios forestales que devoran a Bolivia. "En esta época crítica, la mayoría de los animales que atendemos llegan debido a los incendios", comenta Cecilia, destacando el impacto devastador del fuego sobre la fauna silvestre.
La labor de rescate ha sido intensa, los incendios forestales no solo destruyen vastas áreas de bosque, sino también la vida de innumerables especies que habitan en esos ecosistemas. Cecilia y su equipo han desplegado brigadas a tres municipios en cuatro ocasiones para evaluar el daño. “Hemos registrado más de 400 animales avistados vivos y brindado atención veterinaria a más de 200, ya sea in situ, a través de la clínica móvil o trasladándolos a Santa Cruz. Muchos de ellos presentaban quemaduras graves y desnutrición” explica.
Otra de las grandes dificultades que enfrenta el equipo de Cecilia es la sequía extrema que agrava la situación de los animales rescatados. “Ese es uno de los problemas más graves que estamos tratando de solucionar ahora”, dice, refiriéndose a la atención específica que cada especie requiere para su recuperación. Con precisión, los veterinarios y biólogos proporcionan dietas equilibradas para ayudar a los animales a recuperarse.
Para los casos más urgentes, el centro se ha convertido en un refugio de esperanza. "Ahora estamos atendiendo a 16 animales que llegaron gravemente afectados por los incendios. Algunos con quemaduras de tercer grado, otros con desnutrición severa, pero todos recibiendo la atención que necesitan", relata Cecilia con orgullo. Gracias al trabajo constante de veterinarios y biólogos, muchos de estos animales están en proceso de recuperación, con la esperanza de que puedan regresar a la naturaleza pronto.
No es una tarea para todos. Cecilia subraya la importancia de que el rescate de fauna silvestre esté en manos de profesionales capacitados. “Es fundamental que las personas entiendan que no cualquiera puede hacer este tipo de trabajo. Los animales silvestres son animales que no están acostumbrados al contacto humano y pueden reaccionar de manera impredecible. Sin la experiencia adecuada, se corre el riesgo de dañarlos o incluso de sufrir accidentes graves”.
Para quienes desean colaborar, Cecilia invita a hacerlo de manera voluntaria en el centro, donde se les enseñará a manejar fauna silvestre correctamente. “Además, con la cantidad de animales que recibimos, las donaciones de alimentos son cruciales”, añade. Actualmente, el centro alberga aproximadamente 100 animales y el consumo de alimentos es elevado.
“Estamos consumiendo de 4 a 5 litros de leche deslactosada al día, además de Nestum y yogur deslactosado para los más pequeños. Las frutas y verduras también son esenciales para los animales más grandes”.
El compromiso de Cecilia y su equipo es admirable. Enfrentan cada día desafíos con el objetivo de salvar vidas y devolver a estos animales su libertad. “Muchos de ellos van a volver a la vida silvestre, a su hogar”, dice con esperanza. Su trabajo es una muestra de dedicación y amor por la naturaleza, y una invitación a todos a sumarse en la lucha por proteger y preservar la biodiversidad frente a la devastación de los incendios.
La labor de rescate ha sido intensa, los incendios forestales no solo destruyen vastas áreas de bosque, sino también la vida de innumerables especies que habitan en esos ecosistemas. Cecilia y su equipo han desplegado brigadas a tres municipios en cuatro ocasiones para evaluar el daño. “Hemos registrado más de 400 animales avistados vivos y brindado atención veterinaria a más de 200, ya sea in situ, a través de la clínica móvil o trasladándolos a Santa Cruz. Muchos de ellos presentaban quemaduras graves y desnutrición” explica.
Otra de las grandes dificultades que enfrenta el equipo de Cecilia es la sequía extrema que agrava la situación de los animales rescatados. “Ese es uno de los problemas más graves que estamos tratando de solucionar ahora”, dice, refiriéndose a la atención específica que cada especie requiere para su recuperación. Con precisión, los veterinarios y biólogos proporcionan dietas equilibradas para ayudar a los animales a recuperarse.
Para los casos más urgentes, el centro se ha convertido en un refugio de esperanza. "Ahora estamos atendiendo a 16 animales que llegaron gravemente afectados por los incendios. Algunos con quemaduras de tercer grado, otros con desnutrición severa, pero todos recibiendo la atención que necesitan", relata Cecilia con orgullo. Gracias al trabajo constante de veterinarios y biólogos, muchos de estos animales están en proceso de recuperación, con la esperanza de que puedan regresar a la naturaleza pronto.
No es una tarea para todos. Cecilia subraya la importancia de que el rescate de fauna silvestre esté en manos de profesionales capacitados. “Es fundamental que las personas entiendan que no cualquiera puede hacer este tipo de trabajo. Los animales silvestres son animales que no están acostumbrados al contacto humano y pueden reaccionar de manera impredecible. Sin la experiencia adecuada, se corre el riesgo de dañarlos o incluso de sufrir accidentes graves”.
Para quienes desean colaborar, Cecilia invita a hacerlo de manera voluntaria en el centro, donde se les enseñará a manejar fauna silvestre correctamente. “Además, con la cantidad de animales que recibimos, las donaciones de alimentos son cruciales”, añade. Actualmente, el centro alberga aproximadamente 100 animales y el consumo de alimentos es elevado.
“Estamos consumiendo de 4 a 5 litros de leche deslactosada al día, además de Nestum y yogur deslactosado para los más pequeños. Las frutas y verduras también son esenciales para los animales más grandes”.
El compromiso de Cecilia y su equipo es admirable. Enfrentan cada día desafíos con el objetivo de salvar vidas y devolver a estos animales su libertad. “Muchos de ellos van a volver a la vida silvestre, a su hogar”, dice con esperanza. Su trabajo es una muestra de dedicación y amor por la naturaleza, y una invitación a todos a sumarse en la lucha por proteger y preservar la biodiversidad frente a la devastación de los incendios.
Voices of Fire: Stories from the Ashes
Cecilia Dorado, a veterinarian at the Government's Wildlife Attention and Referral Center, has dedicated her life to the rescue and rehabilitation of animals affected by poaching and illegal trafficking.
However, in recent times, the situation has changed drastically due to the forest fires that devour Bolivia. “In this critical time, most of the animals we take care of arrive because of the fires,” says Cecilia, highlighting the devastating impact of fire on wildlife.
The rescue work has been intense, as forest fires not only destroy vast areas of forest, but also the lives of countless species that inhabit these ecosystems. Cecilia and her team have deployed brigades to three municipalities on four occasions to assess the damage. "We have registered more than 400 animals sighted alive and provided veterinary care to more than 200, either in situ, through the mobile clinic or by transferring them to Santa Cruz. Many of them had severe burns and malnutrition," she explains.
Another of the great difficulties faced by Cecilia's team is the extreme drought that aggravates the situation of the rescued animals. “That is one of the most serious problems we are trying to solve now,” she says, referring to the specific attention that each species requires for their recovery. With precision, veterinarians and biologists provide balanced diets to help the animals recover.
For the most urgent cases, the center has become a haven of hope. “We are now attending to 16 animals that arrived severely affected by the fires. Some with third-degree burns, others with severe malnutrition, but all receiving the care they need,” says Cecilia proudly. Thanks to the constant work of veterinarians and biologists, many of these animals are in the process of recovery, with the hope that they will be able to return to the wild soon.
It is not a task for everyone. Cecilia stresses the importance of wildlife rescue being in the hands of trained professionals. “It is fundamental that people understand that not just anyone can do this type of work. Wild animals are animals that are not used to human contact and can react unpredictably. Without the right experience, there is a risk of harming them or even suffering serious accidents.”
For those who wish to collaborate, Cecilia invites them to volunteer at the center, where they will be taught how to handle wildlife correctly. “Also, with the number of animals we receive, food donations are crucial,” she adds. Currently, the center houses approximately 100 animals and food consumption is high.
“We are consuming 4 to 5 liters of lactose-free milk a day, plus Nestum and lactose-free yogurt for the little ones. Fruits and vegetables are also essential for the larger animals.”
The commitment of Cecilia and her team is admirable. They face challenges every day with the goal of saving lives and giving these animals back their freedom. “Many of them are going back to the wild, back to their home,” she says hopefully. Their work is a show of dedication and love for nature, and an invitation to all to join in the fight to protect and preserve biodiversity in the face of the devastation of wildfires.
The rescue work has been intense, as forest fires not only destroy vast areas of forest, but also the lives of countless species that inhabit these ecosystems. Cecilia and her team have deployed brigades to three municipalities on four occasions to assess the damage. "We have registered more than 400 animals sighted alive and provided veterinary care to more than 200, either in situ, through the mobile clinic or by transferring them to Santa Cruz. Many of them had severe burns and malnutrition," she explains.
Another of the great difficulties faced by Cecilia's team is the extreme drought that aggravates the situation of the rescued animals. “That is one of the most serious problems we are trying to solve now,” she says, referring to the specific attention that each species requires for their recovery. With precision, veterinarians and biologists provide balanced diets to help the animals recover.
For the most urgent cases, the center has become a haven of hope. “We are now attending to 16 animals that arrived severely affected by the fires. Some with third-degree burns, others with severe malnutrition, but all receiving the care they need,” says Cecilia proudly. Thanks to the constant work of veterinarians and biologists, many of these animals are in the process of recovery, with the hope that they will be able to return to the wild soon.
It is not a task for everyone. Cecilia stresses the importance of wildlife rescue being in the hands of trained professionals. “It is fundamental that people understand that not just anyone can do this type of work. Wild animals are animals that are not used to human contact and can react unpredictably. Without the right experience, there is a risk of harming them or even suffering serious accidents.”
For those who wish to collaborate, Cecilia invites them to volunteer at the center, where they will be taught how to handle wildlife correctly. “Also, with the number of animals we receive, food donations are crucial,” she adds. Currently, the center houses approximately 100 animals and food consumption is high.
“We are consuming 4 to 5 liters of lactose-free milk a day, plus Nestum and lactose-free yogurt for the little ones. Fruits and vegetables are also essential for the larger animals.”
The commitment of Cecilia and her team is admirable. They face challenges every day with the goal of saving lives and giving these animals back their freedom. “Many of them are going back to the wild, back to their home,” she says hopefully. Their work is a show of dedication and love for nature, and an invitation to all to join in the fight to protect and preserve biodiversity in the face of the devastation of wildfires.