En 2019, un grupo de cuatro mujeres, valientes y visionarias ha liderado una revolución silenciosa; Quidian Roman, Ana Maria Tomichá, Marisol Román Méndez y Dayana Espinoza han impulsado la conservación de las nacientes de agua y el ecoturismo. A través de un enfoque integral que abarca la educación, la concienciación y la colaboración con diversas organizaciones, estas mujeres han logrado transformar su comunidad y preservar un tesoro natural invaluable.
The WWF is run at a local level by the following offices...
- WWF Global
- Adria
- Argentina
- Armenia
- AsiaPacific
- Australia
- Austria
- Azerbaijan
- Belgium
- Bhutan
- Bolivia
- Borneo
- Brazil
- Bulgaria
- Cambodia
- Cameroon
- Canada
- Caucasus
- Central African Republic
- Central America
- Chile
- China
- Colombia
- Croatia
- Democratic Republic of the Congo
- Denmark
- Ecuador
- European Policy Office
- Finland
MOTACUSITO: EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN MANOS DE MUJERES
Enclavada en la región de Puerto Suárez, la comunidad de Motacusito emerge como un ejemplo vibrante de cómo la unión, el empoderamiento femenino y la conservación ambiental pueden converger en una sinfonía de esperanza y sostenibilidad.
“Desde ese año, comenzamos a trabajar con diversas organizaciones que nos capacitaron y nos mostraron la necesidad de formar un equipo de trabajo. Reconocimos el valor de los recursos naturales dentro de nuestra comunidad y los atractivos locales que podríamos desarrollar de manera favorable. Desde entonces, nos organizamos para promover la conservación del sitio.
El grupo está compuesto por siete mujeres, a la cabeza de Ana Maria Tomichá, Marisol Román Méndez, mi persona y Dayana Espinoza que motivadas por la oportunidad de generar un ingreso económico para complementar el de nuestros esposos, quienes a menudo están ocupados trabajando y sustentando a nuestras familias. Nos animó también la observación de que personas ajenas a la comunidad se beneficiaban económicamente del sitio sin aportar nada a la comunidad y, en particular, sin contribuir al cuidado del sitio. Así es como comenzamos a trabajar y a formar parte de este equipo, impulsando principalmente la idea de un desarrollo favorable y en armonía con la naturaleza (Quidian Román, Vicepresidenta de la comunidad)."
Fotografía. Quidian Roman / © WWF-Bolivia / SBDA / Mauricio Mendez
El empeño de las mujeres de la comunidad ha llevado a la declaración de Motacusito como área protegida, y su legado resplandece como faro de inspiración en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental.
Sembrando las Semillas del Cambio
La semilla de la transformación se plantó con el estudio sobre ecoturismo comunitario, cuyo hallazgo puso de manifiesto la riqueza natural de Motacusito y su potencial para el desarrollo sostenible. Esta revelación sirvió como catalizador para la formación del grupo de mujeres, cuyo compromiso con la protección de los recursos naturales resonó profundamente. Armadas con educación y motivación, estas mujeres se adentraron en la misión de promover la conservación del sitio, uniendo esfuerzos para encauzar su pasión hacia la construcción de un futuro armonioso con la naturaleza.
"Nosotros queremos conservar este lugar Montacusito porque vemos que es necesario e importante. Primero, tenemos una fuente de agua que alimenta la bahía, lo que es esencial para el ecosistema. Además, dentro de nuestra comunidad tenemos un río cuya conservación nos ayudará a proteger nuestros recursos y evitar que se agoten, garantizando su disponibilidad para las futuras generaciones.
Es crucial no destruir los lugares que tenemos, sino cuidarlos y protegerlos. Otro aspecto que resalta la importancia de la conservación es la vida silvestre que habita nuestro atractivo natural. Además, contamos con agua, un recurso primordial para la vida humana, necesario para nuestro sustento y nuestras actividades cotidianas."
Motivos para la Protección: Un Vistazo a las Joyas de Motacusito
La iniciativa de declarar Motacusito como área protegida no es fruto del azar, sino una respuesta sólida a los valores y desafíos que enfrenta la comunidad. La fragilidad del ecosistema y la necesidad de una gestión adecuada encabezan la lista de motivos. Sin embargo, el corazón de la cuestión reside en el agua y la riqueza biológica que resguarda este rincón. La majestuosidad de sus formaciones rocosas, estalactitas y estalagmitas, agregan aún más valor a esta joya natural.
“Gracias al interés demostrado por la comunidad y por aquellos de nosotros que trabajamos en ecoturismo. Esto nos ayudó a mostrar al municipio que había un verdadero interés dentro de la comunidad para trabajar en temas de conservación. Durante mucho tiempo, presentamos solicitudes al municipio para que nuestra área fuera declarada como protegida, pero no tuvieron éxito con las gestiones anteriores. Sin embargo, con el apoyo del actual gobierno autónomo municipal, se logró este objetivo. También recibimos ayuda significativa de la SBDA y de WWF, quienes nos ayudaron con estudios que demostraron que Motacusito es una zona crucial para la recarga de agua que alimenta la Bahía. Estas nacientes están dentro del área protegida, lo que añade un atractivo natural a la región.
Dentro de esta área, existe una cueva, un lugar donde hay agua que drena y llega a la Laguna Cáceres. Este fue un factor crucial que el municipio reconoció como importante, lo que contribuyó a que nuestra área fuera finalmente declarada como protegida. Por supuesto, también fue fundamental comunicar e informar a la comunidad sobre la importancia de la conservación. Al entender su importancia, la comunidad se volvió más dispuesta a apoyar nuestros esfuerzos para proteger el área."
Desafíos y Determinación: Un Camino Empedrado hacia la Protección
El camino hacia la protección no estuvo exento de obstáculos. El desafío más prominente fue la concienciación de la comunidad acerca de los beneficios del turismo sostenible. Superar la resistencia y promover una mentalidad de largo plazo resultó ser una tarea ardua. Además, la falta de apoyo inicial de las autoridades municipales y gubernamentales agudizó la dificultad. La lucha por la limpieza y el acceso a la cueva en temporadas lluviosas añadió otra capa de desafío. No obstante, la perseverancia de las mujeres y la intervención de organizaciones y ONGs fueron la brújula que guió sus pasos y permitió sortear estas dificultades.
"La parte más difícil que hemos afrontado en el trabajo que impulsamos en la comunidad ha sido la concienciación de las personas. Nos costó hacerles entender a los comunarios que el turismo para la conservación es una fuente que nos ayuda a generar ingresos a largo plazo, y que en el futuro, da resultados positivos. Esa concientización fue la parte más ardua, así como también la falta de apoyo de las autoridades municipales y gubernamentales. Estuvimos mucho tiempo Ana Maria Tomichá, Marisol Román Méndez, mi persona y Dayana Espinoza solicitando su ayuda, especialmente en lo que respecta a la limpieza del sitio y la mejora del acceso, que es especialmente difícil durante la temporada de lluvias. Necesitábamos ayuda con la limpieza y el acceso a la cueva natural. A pesar de la falta de apoyo oficial, gracias a la intervención de varias organizaciones y ONG, logramos realizar el trabajo que hoy hacemos en la comunidad. Nos enseñaron cómo gestionar los recursos para que no se agoten con el tiempo y podamos dejar algo para nuestras futuras generaciones.
Otro obstáculo que enfrentamos fue la pandemia, que paralizó temporalmente nuestras actividades. Pero retomamos el trabajo y seguimos adelante con el ecoturismo que desarrollamos en la comunidad, colaborando con organizaciones y avanzando con el turismo dentro de la comunidad. Puedo decir con orgullo que ya tenemos nuestra marca turística y que estamos promocionándola en otros sitios naturales que han sido reconocidos a nivel municipal, departamental, nacional e incluso internacional."
La Victoria de la Unión: La Declaratoria de Área Protegida
El anhelo de que Motacusito fuera declarada área protegida encontró su eco en el interés y compromiso de la comunidad y del grupo de mujeres. Este deseo fue respaldado por estudios técnicos que demostraron la importancia de Motacusito en la recarga de agua para la Bahía. La contribución de la comunidad y la participación de las mujeres en la conservación, combinada con el apoyo de la Sociedad Boliviana de Derecho Ambiental (SBDA) y WWF, culminaron en el reconocimiento oficial de Motacusito como área protegida. Este logro no solo asegura la preservación de los recursos, sino que también destaca el papel protagónico que la comunidad puede desempeñar en la defensa del medio ambiente.
“Ahora que contamos con nuestra área protegida, tenemos muchos planes y mucho trabajo por delante, especialmente en el tema de conservación. Habrá un mayor nivel de conciencia entre las personas, ya que trabajaremos con un reglamento dentro de la comunidad. Esperamos desarrollar muchos más proyectos, y confiamos en que se lograrán porque sabemos que cuando se trabaja en equipo, se logran las metas. Esta área protegida se ha convertido en la primera de la provincia German Bush.
Dentro de la comunidad y el municipio, los ingresos provenientes de esta área protegida serán compartidos. Habrá una mejor protección, conservación, ingresos y promoción de nuestra área protegida.”
Un Futuro Luminoso: La Sostenibilidad y la Herencia para las Generaciones Venideras
El logro de la declaratoria como área protegida no marca el final, sino el comienzo de un camino promisorio. Motacusito se alza como un faro de conservación y empoderamiento comunitario. Los planes futuros incluyen una mayor conciencia pública, reglamentaciones que salvaguarden el ecosistema y una gestión compartida de los ingresos y beneficios entre la comunidad y el municipio. La visión de un turismo sostenible y armonioso con la naturaleza brilla en el horizonte, alimentada por la pasión, el liderazgo y el amor a la tierra de estas mujeres.
“Esperamos que en el futuro tengamos mejores planes, y que haya más proyectos para desarrollar nuestros lugares turísticos. Además, nos espera mucho trabajo porque nuestro objetivo es convertir este lugar en una zona de conservación donde cuidemos nuestros recursos.
En el futuro, la comunidad tendrá que administrar sus recursos en conjunto con el municipio, de manera coordinada. Se implementarán reglamentos que nos permitirán trabajar adecuadamente, todo de manera amigable con la naturaleza.”
Un Llamado a la Acción
La historia de Motacusito resuena como un llamado a la acción en un mundo que enfrenta desafíos climáticos y ambientales. En un escenario donde la degradación del medio ambiente parece inevitable, estas mujeres han demostrado que el poder de la comunidad y el liderazgo femenino pueden marcar la diferencia. La unión de la educación, la concienciación y la colaboración ha llevado a la preservación de un tesoro natural y a la promoción de la sostenibilidad. Motacusito se alza como un ejemplo inspirador y una prueba viviente de que el cambio está al alcance de todos, si tan solo nos atrevemos a emprender el camino hacia la conservación y la protección de nuestro entorno.
“Para nosotros es fundamental conservar estos lugares que la naturaleza ha creado. Nuestra comunidad ha decidido que este lugar se declare área protegida no solo para garantizar una mejor conservación y para evitar que nuestros recursos se agoten, sino más bien para beneficiar a nuestras futuras generaciones. Es importante cuidar este lugar ahora que ya lo tenemos como área protegida. Debemos asegurarnos de que esta protección no solo sea en documentos, sino que también quede en la conciencia de todos nosotros, los miembros de la comunidad. Debemos trabajar de acuerdo con los reglamentos que se desarrollarán en el área protegida dentro de nuestra comunidad. Por todo ello, es crucial cuidar nuestros recursos.”
Fotografía. Quidian Roman en la Comunidad Motacusito / © WWF-Bolivia / SBDA / Mauricio Mendez
El grupo está compuesto por siete mujeres, a la cabeza de Ana Maria Tomichá, Marisol Román Méndez, mi persona y Dayana Espinoza que motivadas por la oportunidad de generar un ingreso económico para complementar el de nuestros esposos, quienes a menudo están ocupados trabajando y sustentando a nuestras familias. Nos animó también la observación de que personas ajenas a la comunidad se beneficiaban económicamente del sitio sin aportar nada a la comunidad y, en particular, sin contribuir al cuidado del sitio. Así es como comenzamos a trabajar y a formar parte de este equipo, impulsando principalmente la idea de un desarrollo favorable y en armonía con la naturaleza (Quidian Román, Vicepresidenta de la comunidad)."
Fotografía. Quidian Roman / © WWF-Bolivia / SBDA / Mauricio Mendez
El empeño de las mujeres de la comunidad ha llevado a la declaración de Motacusito como área protegida, y su legado resplandece como faro de inspiración en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental.
Sembrando las Semillas del Cambio
La semilla de la transformación se plantó con el estudio sobre ecoturismo comunitario, cuyo hallazgo puso de manifiesto la riqueza natural de Motacusito y su potencial para el desarrollo sostenible. Esta revelación sirvió como catalizador para la formación del grupo de mujeres, cuyo compromiso con la protección de los recursos naturales resonó profundamente. Armadas con educación y motivación, estas mujeres se adentraron en la misión de promover la conservación del sitio, uniendo esfuerzos para encauzar su pasión hacia la construcción de un futuro armonioso con la naturaleza.
"Nosotros queremos conservar este lugar Montacusito porque vemos que es necesario e importante. Primero, tenemos una fuente de agua que alimenta la bahía, lo que es esencial para el ecosistema. Además, dentro de nuestra comunidad tenemos un río cuya conservación nos ayudará a proteger nuestros recursos y evitar que se agoten, garantizando su disponibilidad para las futuras generaciones.
Es crucial no destruir los lugares que tenemos, sino cuidarlos y protegerlos. Otro aspecto que resalta la importancia de la conservación es la vida silvestre que habita nuestro atractivo natural. Además, contamos con agua, un recurso primordial para la vida humana, necesario para nuestro sustento y nuestras actividades cotidianas."
Motivos para la Protección: Un Vistazo a las Joyas de Motacusito
La iniciativa de declarar Motacusito como área protegida no es fruto del azar, sino una respuesta sólida a los valores y desafíos que enfrenta la comunidad. La fragilidad del ecosistema y la necesidad de una gestión adecuada encabezan la lista de motivos. Sin embargo, el corazón de la cuestión reside en el agua y la riqueza biológica que resguarda este rincón. La majestuosidad de sus formaciones rocosas, estalactitas y estalagmitas, agregan aún más valor a esta joya natural.
“Gracias al interés demostrado por la comunidad y por aquellos de nosotros que trabajamos en ecoturismo. Esto nos ayudó a mostrar al municipio que había un verdadero interés dentro de la comunidad para trabajar en temas de conservación. Durante mucho tiempo, presentamos solicitudes al municipio para que nuestra área fuera declarada como protegida, pero no tuvieron éxito con las gestiones anteriores. Sin embargo, con el apoyo del actual gobierno autónomo municipal, se logró este objetivo. También recibimos ayuda significativa de la SBDA y de WWF, quienes nos ayudaron con estudios que demostraron que Motacusito es una zona crucial para la recarga de agua que alimenta la Bahía. Estas nacientes están dentro del área protegida, lo que añade un atractivo natural a la región.
Dentro de esta área, existe una cueva, un lugar donde hay agua que drena y llega a la Laguna Cáceres. Este fue un factor crucial que el municipio reconoció como importante, lo que contribuyó a que nuestra área fuera finalmente declarada como protegida. Por supuesto, también fue fundamental comunicar e informar a la comunidad sobre la importancia de la conservación. Al entender su importancia, la comunidad se volvió más dispuesta a apoyar nuestros esfuerzos para proteger el área."
Desafíos y Determinación: Un Camino Empedrado hacia la Protección
El camino hacia la protección no estuvo exento de obstáculos. El desafío más prominente fue la concienciación de la comunidad acerca de los beneficios del turismo sostenible. Superar la resistencia y promover una mentalidad de largo plazo resultó ser una tarea ardua. Además, la falta de apoyo inicial de las autoridades municipales y gubernamentales agudizó la dificultad. La lucha por la limpieza y el acceso a la cueva en temporadas lluviosas añadió otra capa de desafío. No obstante, la perseverancia de las mujeres y la intervención de organizaciones y ONGs fueron la brújula que guió sus pasos y permitió sortear estas dificultades.
"La parte más difícil que hemos afrontado en el trabajo que impulsamos en la comunidad ha sido la concienciación de las personas. Nos costó hacerles entender a los comunarios que el turismo para la conservación es una fuente que nos ayuda a generar ingresos a largo plazo, y que en el futuro, da resultados positivos. Esa concientización fue la parte más ardua, así como también la falta de apoyo de las autoridades municipales y gubernamentales. Estuvimos mucho tiempo Ana Maria Tomichá, Marisol Román Méndez, mi persona y Dayana Espinoza solicitando su ayuda, especialmente en lo que respecta a la limpieza del sitio y la mejora del acceso, que es especialmente difícil durante la temporada de lluvias. Necesitábamos ayuda con la limpieza y el acceso a la cueva natural. A pesar de la falta de apoyo oficial, gracias a la intervención de varias organizaciones y ONG, logramos realizar el trabajo que hoy hacemos en la comunidad. Nos enseñaron cómo gestionar los recursos para que no se agoten con el tiempo y podamos dejar algo para nuestras futuras generaciones.
Otro obstáculo que enfrentamos fue la pandemia, que paralizó temporalmente nuestras actividades. Pero retomamos el trabajo y seguimos adelante con el ecoturismo que desarrollamos en la comunidad, colaborando con organizaciones y avanzando con el turismo dentro de la comunidad. Puedo decir con orgullo que ya tenemos nuestra marca turística y que estamos promocionándola en otros sitios naturales que han sido reconocidos a nivel municipal, departamental, nacional e incluso internacional."
La Victoria de la Unión: La Declaratoria de Área Protegida
El anhelo de que Motacusito fuera declarada área protegida encontró su eco en el interés y compromiso de la comunidad y del grupo de mujeres. Este deseo fue respaldado por estudios técnicos que demostraron la importancia de Motacusito en la recarga de agua para la Bahía. La contribución de la comunidad y la participación de las mujeres en la conservación, combinada con el apoyo de la Sociedad Boliviana de Derecho Ambiental (SBDA) y WWF, culminaron en el reconocimiento oficial de Motacusito como área protegida. Este logro no solo asegura la preservación de los recursos, sino que también destaca el papel protagónico que la comunidad puede desempeñar en la defensa del medio ambiente.
“Ahora que contamos con nuestra área protegida, tenemos muchos planes y mucho trabajo por delante, especialmente en el tema de conservación. Habrá un mayor nivel de conciencia entre las personas, ya que trabajaremos con un reglamento dentro de la comunidad. Esperamos desarrollar muchos más proyectos, y confiamos en que se lograrán porque sabemos que cuando se trabaja en equipo, se logran las metas. Esta área protegida se ha convertido en la primera de la provincia German Bush.
Dentro de la comunidad y el municipio, los ingresos provenientes de esta área protegida serán compartidos. Habrá una mejor protección, conservación, ingresos y promoción de nuestra área protegida.”
Un Futuro Luminoso: La Sostenibilidad y la Herencia para las Generaciones Venideras
El logro de la declaratoria como área protegida no marca el final, sino el comienzo de un camino promisorio. Motacusito se alza como un faro de conservación y empoderamiento comunitario. Los planes futuros incluyen una mayor conciencia pública, reglamentaciones que salvaguarden el ecosistema y una gestión compartida de los ingresos y beneficios entre la comunidad y el municipio. La visión de un turismo sostenible y armonioso con la naturaleza brilla en el horizonte, alimentada por la pasión, el liderazgo y el amor a la tierra de estas mujeres.
“Esperamos que en el futuro tengamos mejores planes, y que haya más proyectos para desarrollar nuestros lugares turísticos. Además, nos espera mucho trabajo porque nuestro objetivo es convertir este lugar en una zona de conservación donde cuidemos nuestros recursos.
En el futuro, la comunidad tendrá que administrar sus recursos en conjunto con el municipio, de manera coordinada. Se implementarán reglamentos que nos permitirán trabajar adecuadamente, todo de manera amigable con la naturaleza.”
Un Llamado a la Acción
La historia de Motacusito resuena como un llamado a la acción en un mundo que enfrenta desafíos climáticos y ambientales. En un escenario donde la degradación del medio ambiente parece inevitable, estas mujeres han demostrado que el poder de la comunidad y el liderazgo femenino pueden marcar la diferencia. La unión de la educación, la concienciación y la colaboración ha llevado a la preservación de un tesoro natural y a la promoción de la sostenibilidad. Motacusito se alza como un ejemplo inspirador y una prueba viviente de que el cambio está al alcance de todos, si tan solo nos atrevemos a emprender el camino hacia la conservación y la protección de nuestro entorno.
“Para nosotros es fundamental conservar estos lugares que la naturaleza ha creado. Nuestra comunidad ha decidido que este lugar se declare área protegida no solo para garantizar una mejor conservación y para evitar que nuestros recursos se agoten, sino más bien para beneficiar a nuestras futuras generaciones. Es importante cuidar este lugar ahora que ya lo tenemos como área protegida. Debemos asegurarnos de que esta protección no solo sea en documentos, sino que también quede en la conciencia de todos nosotros, los miembros de la comunidad. Debemos trabajar de acuerdo con los reglamentos que se desarrollarán en el área protegida dentro de nuestra comunidad. Por todo ello, es crucial cuidar nuestros recursos.”
Fotografía. Quidian Roman en la Comunidad Motacusito / © WWF-Bolivia / SBDA / Mauricio Mendez